Artifice de mi propia destrucción

sábado, 28 de septiembre de 2013

Sufro aterrado al ver
Como pasan los días,
Desde una puerta cerrada,
Por una ventana dormida,
Entre luces apagadas,
Apagadas luces umbrías,
Que noche y día vibrantes
En silencio sufren amortajadas
Buscando armonía.

Sin voz ni alma llameante,
Caminos se hacen en la incertidumbre.
Caminos tristes, cansados, con estrías.
Dudosas sendas vacías, sin vida,
Que entre susurros esconden
El secreto de un dolor no compartido,
Y de su vil silencio florecen
Crueles corazones mordidos,
Opacas voces anónimas
Y una luz efímera
La gran quimera del valle de los caídos.

Ahora,miro al cielo, con agonía,
Sea tuya, quizá mía,
O de alguien que no ansía,
 Con sufrimiento o alegría huir,
Evitar voces de luto.
Luto frío y astilloso
 Luto gélido, que escupe victorioso.
 Luto que arrastra a ese,
 Encolerizado vendaval de almas perdidas,
 Que escarlata rocía la ausencia
 De un rojo ya fenescido,
 A donde yace la indiferencia,
 Donde ha caído el olvido.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Retazos

[...]Y mientras el silencio rozaba las cuerdas en su cántico fugaz, el escenario se desvanecía. La luz y su juego de colores umbríos atenuados y a la vez tan intensos, escondían un horror que pocos supieron apreciar a primera vista  en aquella noche navideña. Perplejo, empecé a observar que aquella oscuridad tan siniestra empezaba a salirse de lo establecido en aquella obra de teatro, pero nadie se percató de lo que estaba ocurriendo delante de todos nosotros hasta que, la obra calló en un silencio tal, que empezó a resultar incómodo. Fueron muchos los que en medio de aquella niebla que hacían las luces se levantaron indignados ante aquel parón tan inesperado.Sin embargo, algunos de nosotros pensábamos que algo habría sucedido, pero no creíamos en ningún momento que aquel silencio hubiera sido cómplice de lo que más tarde  pudimos observar estupefactos. Tras unos minutos moviéndonos entre la oscuridad, movidos por la sorpresa, empezaron a encender algunas linternas los encargados de aquel teatro. Poco a poco el gran secreto aparecía, y con él, el escenario enrojecía en un rojo vivo, ya fenescido. Los espectadores se quedaron petrificados,al observar la imagen de todos los actores de la obra decapitados en medio de aquel lugar improvisado para las obras de teatro en días festivos.Sus rostros inertes se hallaron formando inexplicablemente una cruz en el escenario, cubiertos de un líquido amarillento a la vista irreconocible. No se sabe qué propiedades tuvo aquel fluido ambarino, pero hizo arder la cruz de cabezas en medio de la oscuridad.Entre todo el miedo y la confusión,  Todos los allí presentes empezaron a sentirse inundados en un sentimiento de pánico,visto pasar la muerte ante aquel tétrico escenario , ahora temían ser los siguientes en esa carnicería ardiente, iniciada de manera desconocida.Para cuando el horror estaba llegando a la cúspide de la locura, alguien se acercó a aquella escena fascinado, como si se pudiera encontrar algo de expectación y disfrute en medio de tal drama sangriento.Fue ahi cuando todo el mundo observó que aún no había acabado aquella obra fantasmal.Todos empezaron a convertirse más y más agresivos cuando empezó a caer lentamente una llama azul desde la parte alta del escenario,hecho que no hizo más que empeorar las cosas . Aquella persona trató de acercarse a observar de cerca esa luz que parecia estar extinguiendose, sorprendentemente, trató de ser un pergamino que parecía que se consumía en un fuego que no quemaba, y  mientas que ese desconocido trataba de coger el escrito ardiente para leer su contenido, una voz desconocida empezó a sonar entre los altavoces de la sala,creando de nuevo un silencio sepulcral, y mientras éste leía en alto, todos  los allí presentes oímos al unísono:


           "Siento algo en el aire
             Algo frío y siniestro
             Una tormenta en el océano
             El opaco océano sangriento
             Donde arrecia la calma encolerizada
              Vestida de cruces clavadas
              En un horizonte se acaba
              En un escenario que yace muerto.


             Sí, hay algo en el aire
             Algo como el hielo [...]
             Es la tragedia que se avecina
             Mostrando nuestro temor al descubierto
             Que en silencio nos grita
             Que largo será nuestro invierno "
           
Tras este momento, el silencio volvió a desaparecer, acompañado de un ambiente más incomprendido para todos . A estos días de lluvia le llovieron también varios días de luto, y esta, no fue la última de las desdichas de aquella Navidad, como decía el escrito, esto no acababa nada más que empezar.