Artifice de mi propia destrucción

jueves, 6 de febrero de 2014

Compañías corroídas.

                                                         Impotencia, debilidad, tristeza, ansiedad, agonía....
Es difícil creer el hecho de poder describir una sensación con tan pocas palabras.
Es increíble poder observar como todo lo que se ha construido piedra a piedra, tras un trabajo arduo,posea tal vulnerabilidad,que  un sólo soplo de aire gélido pueda ser tan implacable, tan certero y directo...
Pasa el tiempo,y cada instante se hace más largo u corto según nuestro nivel de dolor, haciéndose un infierno cuando estamos en nuestra peor pesadilla, o una efímera fracción de segundo en nuestro sueño hecho realidad.Y viéndolo así, no es fácil llegar a la conclusión de  que vivo entre horrores y cuentos para no dormir.

La verdad es que no sé ya si esto que vivo forma parte de una historia surrealista, o si forma parte de un momento tan real como a vida misma.Resulta confuso ver que  pienses lo que pienses, hagas lo que hagas, vas a estar hundido en el mismo abismo de siempre, sumido en mis propias dudas, en mi mar de temores incomprendidos, en la recia brisa al salir el sol cada mañana,  o en el prurito cuando recuerdas y piensas que todo lo que haces no es tan correcto como desearías...

 Estoy cansado, y es agónico pensarlo, pensar que no hay nada positivo, ni la más mínima esperanza entre todo este dolor. Quizá la pérdida de alguien  es algo muy duro, pero creo que es horrible pensar que no volverás a ver igual a una  de las personas que ha sido todo para ti. Duele observar como cambian de rumbo los vientos, como te asumes en nostalgias que ya casi ni recuerdas, y como ese familiar sentimiento de culpa te va devorando lentamente vayas donde vayas...  que en tu mente solo esa persona ocupe tu lugar martirizándote, llenándote de porqués, remordimientos, buscando explicaciones y  que no puedas hacer nada para evitarlo...

Sufro mucho al ver que todo esto no tiene vuelta atrás, que no hay camino de retorno... indago en mi mente y muchas veces pienso "Podría haberlo hecho mejor","Has sido débil y estúpido","Recibes lo que mereces" junto a un largo etcétera buscando respuestas donde no las hay, solo culpa, culpables y búsqueda, en el curso indefinido de un río que desemboca en la tristeza, la desesperación y la desesperanza...

Nos hemos convertido en el ruido hecho silencio, en tímidas voces fenecidas en la indiferencia...Estamos rotos, prácticamente rotos,somos esos cristales destrozados, despedazados, como vulnerables bombas sin mecha, y  con miedo, mucho miedo acumulado, miedo que acecha...
                                                                                                                                        Et tamen aeternos, esse nos credimus.