Artifice de mi propia destrucción

sábado, 25 de enero de 2014

In ictu oculi

Cuando se rompieron los diques, a todos se nos puso a prueba. Los que nos quedamos lo hicimos por alguna razón, y de ahí nació el sentimiento de comunidad. Es lo que pasa en las crisis, la mierda se va, y permanece lo que es frío y vulnerable. Resulta agónico pensar que los demás te vean tan expuesto, requiere mucha confianza, y la gente como yo creo que la perdimos hace mucho tiempo, pero nos guste o no, nos necesitamos, nos necesitamos desesperadamente. Mi padre tenía razón;"El mundo no está hecho para tí", pero quizá el mundo deba temerme, ya que como nunca podré cumplir mis sueños entre toda esta desesperanza, tendré sin lugar a dudas que sacar partido a esta maldición.

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